miércoles, 30 de enero de 2013

Sufrimiento, verbo "luchar por lo que quieras"

El sufrimiento es algo subjetivo, algunas personas sufren mucho si duermen diez minutos menos, y otras personas sufren si suben un puerto de montaña.

Tal vez lo peor de que el sufrimiento sea subjetivo es que para lo que unos es verdadero sufrimiento, para otros es sencillamente un reto más que superar.

Para algunas personas, sentarse a estudiar una hora es un verdadero suplicio, para otras, una hora es poco. Para algunas personas comer verdura es sufrimiento en estado puro, para otras es un placer. Hay casos opuestos, como estos, pero también hay casos en los que se sufre siempre, unos más y otros menos, como es el caso de la bicicleta y un puerto. Ante todo, un respeto por aquellos que dicen sufrir y no les creemos, porque por sencillo que parezca lo que estén haciendo, el sufrimiento se esconde detrás de cada cosa que hacemos, está siempre presente siempre.

Sin embargo, ¿qué es el sufrimiento más que un simple sentimiento que depende de cada uno de nosotros?

Tú controlas y dominas tu sufrimiento, todo está en la cabeza, es como la fuerza de voluntad: cuando las dominas, cojes las riendas y tú mandas, eres dueño de ti mismo.

Lo mismo ocurre con el miedo: "No conoceré el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es el pequeño mal que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allí por donde mi miedo haya pasado ya no quedará nada, sólo estaré yo." (Dune 1965)

"Sé dueño de ti mismo, no dependas de nadie más, solo así podrás llegar a donde tú quieras llegar."




No hay comentarios:

Publicar un comentario