Con el dorsal 24 juega Kobe Bryant en L.A. Lakers, y es para muchos
uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia.
Hace unos años que la pulsera “power balance” revolucionó a
mucha gente con sus aparentes poderes. Kobe fue uno de los máximos promotores de la idea.
Como jugador, en virtud de en qué cancha juegue su equipo,
la equipación varía. Durante muchos meses, Kobe salió a los partidos luciendo
dicha pulsera, variando el color en función de la equipación.
Es probable que la empresa concediese al jugador una caja
con gran cantidad de esas pulseritas mágicas, sin embargo, también es muy
probable que a Kobe se le olvidase cambiársela todos los días, sobre todo
cuando repetía equipación dos días seguidos.
Kobe no cambiaba la pulsera por el simple hecho de que era
la misma, y nadie notaría el cambio. Es curioso, ¿no?, porque nunca repite el
mismo traje, ni los mismos zapatos, ni la misma corbata, ni el mismo reloj...
Muchas de esas cosas están hechas a medida y cuestan mucho dinero. ¿Por qué actúa así?
Vivimos en un mundo en el que apenas importa lo que cada uno
piense, sino que actuamos en virtud de lo que piensen los demás. Todos hemos
sido y seremos así en alguna ocasión. Entonces,
¿a dónde ha ido a parar esa confianza en uno mismo? , ¿a dónde ha ido a
parar ese “no me importa lo que digan los demás”? Está extinto.
Hemos llegado a un punto en el que ya no solo no respetamos
lo que el resto hace o dice, sino que nos creemos mejores y nos otorgamos el
honor de judgar por las apariencias.
No tengas miedo de actuar como te gustaría hacerlo por cómo
te miren los demás, porque tú eres como eres, y eso no debería cambiarlo nadie.
"Persevera en el bien y encógete de hombros." (San Josemaría, Camino 45)
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