jueves, 24 de enero de 2013

Jugando a ser Dios

Dicen los historiadores que: "Una vez acabada la Primera Guerra Mundial, la sociedad europea sufrió una profunda crisis de conciencia. Los millones de muertos y heridos llevaron a muchos a cuestionar el valor de un sisitema político y económico que había provocado tantos sufrimientos innecesarios."

Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8, un promedio de 6.046 hombres muertos cada día de los cuatro años que duró. ¿Es necesario ésto para que el pueblo se replantee hasta donde llega el poder de un simple mortal?

Francisco Franco, Benito Mussolini, Fidel Castro, Lenin, Stalin, Pinochet, Kim Jong-il, Adolf Hittler, Sadam Husein, Bokassa... Son algunos de los grandes dictadores del siglo XX. Muchas de estas personas cometieron el error de creerse superiores al resto, y con mucho más poder.

Hoy en día es mucho menos común que un dictador triunfe en un país (Corea del Norte, Cuba, algunos países de Asia y África), pero ¿qué pasa con los los máximos representantes de Rusia, EEUU, China, Francia, Inglaterra? Ellos tienen el mundo en sus manos, o más bien, lo que tienen en sus manos es la destrucción de éste. Pero no solo ellos, hoy en día se cuentan por decenas los países que tienen armas nucleares.

Tal vez deberíamos replantearnos hasta que punto una persona tiene poder y derecho sobre otra.

Desgraciadamente, a casi todos aquellos a los que se les otorga un determinado poder, se les termina subiendo a la cabeza.

No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

"El mundo no está en peligro por culpa de las malas personas, sino por culpa de aquellas que permiten la maldad."


Ningún hombre - es lo bastante bueno para gobernar a otros sin su consentimiento

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