martes, 15 de enero de 2013

El amor no solo es como nos lo imaginamos.

  

Jose Luis y Laura cumplen en julio de este año su vigésimo tercer aniversario de boda. Al comienzo del segundo año, los médicos les dijeron que no podrían tener hijos. Puede que no haya peor castigo para un matrimonio que ese.


Puede que para algunos no haya mayor ilusión que plantar una semilla y, tras años y años de dedicación, ver como florece, y como da su primer fruto.

Puede que para otros no haya mayor ilusión que tener una pareja de perros y tras años y años de cuidados diarios, de largos paseos, de cariño, de dinero y de dedicación, ver como crían juntos.

Pero lo que es seguro, es que no hay mayor ilusión en esta vida que tener un hijo. Puede que ahora no se vea así, pero tener un hijo implica muchas cosas (que solo se entienden de verdad cuando eres padre), y una por encima de todas ellas: amor. Hay muchos tipos de amor, pues no solo existe el amor que consiste en querer a tu novia o a tu mujer, porque también queremos a nuestro perro, a nuestros hermanos, a nuestros abuelos, a Dios, pero no hay amor más fuerte que el de unos padres por su hijo.





Ni siquiera - el mejor músico será capaz de imitar el sonido más maravilloso para un padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario