Sonreir es gratis

Los que montamos en bicicleta y salimos a correr de vez en cuando, sabemos que si encontramos a algún valiente que haga lo mismo que nosotros, le saludamos, y, a veces, incluso le acompañamos.


Vas por la calle, montando en bicicleta, y te encuentras a un ciclista: le saludas, le sonríes, le das ánimos, te saluda, te lo agradece y ambos os lleváis una sonrisa.

Vas por la calle, corriendo, y te encuentras a alguien corriendo: le saludas, te saluda, y ambos sonreís.

Vas por la calle, te cruzas con alguien, y si le saludas hay varias opciones: Que te mire y haga como si no ha visto nada; que te mire y piense: ¿De dónde c*** ha salido éste?; que te mire, y te mire raro; pero sin duda, la más común es que no haga nada.


Es curioso, pero salvo en los pueblos, ya nadie saluda. ¿Dónde está esa educación que han intentado trasmitirnos nuestros padres?


Dejar paso, dar las gracias a un coche si se para para que cruces, tratar con respeto a las personas mayores, dejarles sitio en lugares públicos, etc, son solo algunas de las cosas que siempre se han hecho y siempre se deberían hacer, pero que ya no se hacen.




¿Por qué hacerlo? preguntaréis, y yo respondo: ¿Por qué no?



¿Hay algo más valioso y más barato que una sencilla sonrisa? Seguro que sí, pero intentarlo no cuesta nada, y hay pocas cosas mejores que ver sonreír a alguien sabiendo que tú eres el culpable.

 

 

 

"Million dolar baby": nunca te rindas

Si nos dejásemos guiar por los impulsos, por lo primero que se nos viniese a la mente, esto sería un desastre, nada tendría sentido. Todo lo que sube termina cayendo, a veces la caída no es muy pronunciada, pero otras veces puede ser brusca.

Pero, ¿cuándo termina la subida y cuándo comienza la bajada?

Eso no se sabe, si no pregúntaselo a Maggie (Hilary Swank), que vio como su caída fue cuestión de unos pocos minutos, o a Eddie "Scrap-Iron" Dupris (Morgan Freeman), cuya caída fue similar pero cuyas consecuencias fueron menos drásticas.

A todos nos viene ahora a la memoria ahora la frase: "Lo importante no es caerse, sino levantarse", pero desgraciadamente hay situaciones que no tienen solución, no tienen remedio, son esas caídas que no permiten un posterior levantamiento.

Tal vez la respuesta sea: "No dejes nunca de luchar y de perseguir tus sueños, así no caerás", pero esta película demuestra que la frase no vale siempre.

Sin embargo, puede que esta frase sí lo resuelva: "No pierdas nunca ni la fe, ni la esperanza, ni las ganas de levantarte, aunque las circunstancias lo impidan, no pierdas las ganas de luchar y de vivir."

Sufrimiento, verbo "luchar por lo que quieras"

El sufrimiento es algo subjetivo, algunas personas sufren mucho si duermen diez minutos menos, y otras personas sufren si suben un puerto de montaña.

Tal vez lo peor de que el sufrimiento sea subjetivo es que para lo que unos es verdadero sufrimiento, para otros es sencillamente un reto más que superar.

Para algunas personas, sentarse a estudiar una hora es un verdadero suplicio, para otras, una hora es poco. Para algunas personas comer verdura es sufrimiento en estado puro, para otras es un placer. Hay casos opuestos, como estos, pero también hay casos en los que se sufre siempre, unos más y otros menos, como es el caso de la bicicleta y un puerto. Ante todo, un respeto por aquellos que dicen sufrir y no les creemos, porque por sencillo que parezca lo que estén haciendo, el sufrimiento se esconde detrás de cada cosa que hacemos, está siempre presente siempre.

Sin embargo, ¿qué es el sufrimiento más que un simple sentimiento que depende de cada uno de nosotros?

Tú controlas y dominas tu sufrimiento, todo está en la cabeza, es como la fuerza de voluntad: cuando las dominas, cojes las riendas y tú mandas, eres dueño de ti mismo.

Lo mismo ocurre con el miedo: "No conoceré el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es el pequeño mal que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allí por donde mi miedo haya pasado ya no quedará nada, sólo estaré yo." (Dune 1965)

"Sé dueño de ti mismo, no dependas de nadie más, solo así podrás llegar a donde tú quieras llegar."

Todos merecemos respeto, todos.

Vivimos en un mundo en el que el cambio es constante, lo queramos o no. Cambia la forma de vida, la duración de ésta, la forma de pensar, la forma de amar, la forma de hablar, la forma de ganar, cambia todo...

Algunos de estos cambios son buenos, otros son malos. Sin embargo, sea como fuere, siempre habrá alguien que te contradiga y piense de la forma opuesta a ti. Tenga o no razón, hazme un favor, respétalo. Respeta sus decisiones, respeta sus actos, y lo más importante, respeta a la persona. No judges a una persona por sus creencias, pues lo que importa no lo primero que se conoce de una persona, sino lo último.

Ante todo, respeto












¡RESPETO!

Ni se ve ni se oye

Muchas veces llego a casa después de un largo e intenso día, bregando muchas veces conmigo mismo y no suelo verlo pero ahí está... Es un aroma, una fragancia que lo impregna todo: la entrada está como siempre, recogida, entro en el salón y parece que no hay nada nuevo, esta limpio como de costumbre...
Al subir a mi cuarto quizás espero ver lo que es... Pero no, en su lugar me encuentro las cosas como día tras día: la ropa limpia encima de la cama perfectamente planchada, la alfombrilla del suelo colocada debajo de la cama, la mesa totalmente recogida... Ante mi primera reacción de encogimiento de hombros, viene un ligero golpe a mi corazón; ¡acabo de distinguir el perfume!
Sonrío aunque se que estoy solo... Las cosas de la casa empiezan como hablar por sí mismas y cada una me va gritando silenciosamente que están llenas de cariño, de esfuerzo, de sacrificio silencioso que lleva mi nombre, porque mi madre las ha ido haciendo sin esperar nada a cambio, sin buscar la compensación de un agradecimiento, simplemente están hechas por amor.

Sé que como mi madre hay personas que también gastan sus días así. Dándose a los demás sin esperar nada a cambio, haciendo su trabajo lo mejor posible para que cuando la otra persona, sea quien sea, llegue y se encuentre esa fragancia que hace seguir adelante con una gran sonrisa.

Gracias mamá.

¿Ser adicto es malo?

"Todo en exceso es malo."

Tal vez esta frase sea capaz de definir todo de lo que voy a hablar, pero no responde a si ser adicto es malo. Hay muchos tipos de adicciones, desde esas que nos destruyen psicológicamente como el juego, comernos las uñas, comer pipas, caramelos, pornografía, etc, hasta esas que nos destruyen todo como lo son el alcohol y las drogas. Digo "todo" porque no solo nos destroza física y psicológicamente, sino que también destroza a lo que más queremos, que suele ser la familia.

Las adicciones son como imanes muy fuertes que nos atraen, de tal forma que mientras estemos en su campo de atracción... muy difícil es salir de ahí. Llegados a este punto, cabe resaltar dos cosas:
-Todo en exceso es malo, pero ninguna de las adicciones por sí mismas, en pequeñas cantidades, es mala. Jugar con el azar, sin ser adiccito, comer pipas en su justa medida, utilizar la morfina con fines médicos, y el erotismo, en su justa medida, no solo no son malos, sino que yo los apruebo. ¿Para qué vivimos si no podemos disfrutar de la vida? Haz lo que te de la gana con tu vida, que para eso es tuya, pero contrólate.
-"Nada está perdido mientras alguien siga luchando por ello." Ningún campo de atracción es superior a las fuerzas de cualquiera de nosotros, ¡de nadie! No te desanimes ante nada, y menos ante algo a lo que puedes vencer si te lo propones.

La fuerza de una persona no se mide en cómo tenga sus brazos o si es cinturón negro de kárate, se mide por cómo tenga de bien amueblada la cabeza. Una persona se define perfectamente por su fuerza de voluntad, y la fuerza de voluntad es algo personal ,algo que se puede entrenar, que controla cualquier adicción. Todo eso está en la cabeza. El coco sirve para mucho más que para rematar de cabeza un gol, para mucho más.

Cierto es que una adicción, sea alo que sea, implica debilidad. Tal vez sea este el momento que estabas esperando para dar un cambio en tu aburrida rutina, dependes de ti mismo, de nadie más, y tú y tu fuerza de voluntad sois invencibles. Deja de ser débil, ¡ánimo!



"Y es fuerza de voluntad la que nos hace invencibles, si no la tienes considérate alguien invisible." (Perfecta como tú - Día Sexto)

Música = Vida

Nada es perfecto, ni nosotros, ni la economía de la Merkel, ni el Barça de Pep y Tito, ni nadie. Todos tenemos problemas. Algunas personas lo niegan. Otros tratan de ocultarlo, pensando que si lo exteriorizan serán más débiles y contagiarán su malestar a más gente; a ellos les digo que llorar no es malo, y desahogarse tampoco. Hay otras personas que van más allá y no les importa lo que el resto piense, y si lo exteriorizan les da igual que el resto los critique; a ellos les digo: ¡Bravo! Otras personas tiene miedo, otras ocultan odio, otras solo necesitan un poquito de cariño.

Sin embargo, muchos creen tener la solución. Una solución que sirve para todos los problemas, una solución que te acompaña allá donde vayas, una solución que puede superar con creces la compañía de muchas personas. Ella se llama música ("Vivo por ella").
A más o a menos volumen; en inglés o en español; rock, pop, rap, heavy metal; triste o alegre, da igual cómo sea, la música siempre estará ahí.

Negros, blancos, altos, bajos, gordos, flacos, republicanos, comunistas, ricos, pobres... todos tienen una cosa en común, aman la música.


Hay canciones para todos los gustos y colores, tal vez sea eso lo que hace que sea la música sea pura magia. Hay canciones que nos animan, hay canciones que nos hacen recordar a los que ya no están, hay canciones que nos motivan, hay canciones...


La música sirve para lo que tú quieras, ¿ya tienes pensado para qué quieres que te sirva hoy? ¿Ya sabes cuál es la banda sonora de tu vida?

No te rindas

Año 2917

Hace ya varios siglos que la Nasa, en comunión con las más importantes agencias de seguridad del planeta, lanzó multitud de satélites al espacio. No son satélites comunes y corrientes, son satélites que cuentan con la más avanzada tecnología. Son satélites que controlan todo el planeta. Los primeros en lanzarlos fueron los estadounidenses, los chinos y los rusos. Eso fue hacia el año 2117. Esos satélites funcionan como cámaras que consiguen visualizar cada centímetro a cada segundo. El buen resultado ofrecido en los países primerizos provocó un espíritu de envidia que se propagó por todo el mundo, consiguiendo así que todos los países contasen con uno.

Los índices de asesinato cayeron radicalmente, al igual que el de los robos y el de consumo y venta de estupefacientes y sustancias prohibidas. Se crearon nuevos puestos de trabajo, y los políticos fueron los encargados de vender bien el producto de tal forma que todos estuviesen contentos.

El resultado final es que los problemas se erradicaron de raíz, que es lo que se llevaba buscando hacía mucho.




De vuelta a 2013
¿Tienen buena pinta esos satélites? Claro que sí. Basta con empezar bien, teniendo buenos índices en los primeros años, para que todo vaya sobre ruedas, y la gente deje de actuar mal.
¿Quién actúa mal sabiendo que terminará siendo pillando? Nadie.
¿Quién miente/mata/roba sabiendo que le pillarán?

Es triste que el ser humano tenga que tropezar varias veces con la mimsa piedra para darse cuenta del error, es triste que el ser humano, nosotros, juguemos al juego de la vida de una forma tan arriesgada, pero que a la vez no implica riesgo alguno. Vivimos al límite, forzando situaciones, mintiendo, engañando, copiando en un exámen, con gente que se droga, que mata, que roba, que se dopa y se miente a sí mismo y al resto del planeta, pero en cuanto hay algo que no nos gusta, nos quejamos.

Damos pena, todos, damos asco. Somos imperfectos, claro está, pero nos refugiamos en eso y no queremos darnos cuenta que nos pasamos de listos, nos aprovechamos de nosotros mismos.
Formamos parte de una sociedad en la que, o eres como el resto, o eres criticado.

 ¿Qué pasa con los que queremos mantener nuestros principios, que van en desacuerdo con la sociedad?


"Ninguna causa está perdida mientras halla un insensato dispuesto a luchar por ella."


¿A qué esperas? Lucha, lucha por tus ideales, pues si no luchas tú, nadie lo hará por ti.

El secreto del amor

Nuestro planeta es muy grande, hay muchas personas de diferentes ideales, razas y edades, y una de las cosas que tenemos en común entre todos es que necesitamos querer a alguien. Es necesario, forma parte de nosotros. Por lo general nos gusta querer y adoramos ser queridos.

Hay muchos tipos de amor: el amor de una madre por su hijo, el amor del dueño por su perro, el amor hacia la pareja...

A primera vista, da la sensación que entre todos los tipos de amor no hay semejanza alguna, que no hay color entre querer a tu madre y querer a tu mujer, pero la hay. Se llama sacrificio. Cierto es que en todos los tipos de amor hay confianza, cariño, etc, pero una cosa sobre sale por encima del resto, el sacrificio.

El sacrificio es el termómetro de una relación, de cualquier relación. No esperes que tu perro te haga la cena, es más, te recomiendo que no esperes grandes cosas de tu perro, pero sí de aquellas personas que hacen muchísimas cosas por ti, y, a veces, ni te das cuenta. Es más que probable que la mitad de sacrificios no nos gusten, que la otra persona no haya acertado, y también es muy probable que esos pequeños sacrificios ni se noten, pero son los importantes, los que valen, los que hacen que el termómetro esté donde debe estar.

A menudo en la vida tendemos a juzgar a la gente por sus logros, nunca por sus sacrificios, y son precisamente los sacrificios los que definen a una persona, definen cómo es, define qué es lo que quiere, lo define todo.

¿Quita la madurez la felicidad?

¿Quita la madurez la felicidad?

Los niños pensamos que son los mayores quienes más disfrutan de la vida, y los mayores opinan que es justo al revés, que la mejor etapa de la vida es la de los más pequeños, pero ¿por qué?

A los que son pequeños y a los que no somos tan pequeños nos gustaría tener unos añitos para tener más responsabilidades, tener edad para poder comprar tabaco, para poder comprar alcohol, para poder entrar a los mejores sitios. Nos encantaría tener un coche, una casa, una mujer...

Sin embargo los mayores, que ya tienen todo eso que nosotros anhelamos, no lo disfrutan de la manera que nosotros creemos que lo haríamos. Por lo general, la madurez suele dar la razón, y ellos son mucho más maduros que nosotros. ¿No deberíamos hacerles caso?

Debe ser un verdadero suplicio tener a cargo la contabilidad de una casa, pagar créditos, lidiar con el jefe, no saber hasta dónde endeudarse para disfrutar al máximo, etc.

Cuando lo piensas detenidamente, tienen razón, tienen toda la razón: ahora no tenemos más obligaciones que estudiar, y la mayoría ni lo hacemos, ¿de qué nos quejamos? ¿De no poder entrar en una discoteca?

Vive ahora que puedes, y deja vivir. Disfruta del momento, no esperes a tener unos años más para empezar a disfrutar, porque los que esperan algo, sin saber qué están esperando... Suelen terminar decepcionados, muy decepcionados. Tienes una vida, un disparo, aprovéchalo.

"Antes la gente amaba la vida, ahora solo temen la muerte."

Jugando a ser Dios

Dicen los historiadores que: "Una vez acabada la Primera Guerra Mundial, la sociedad europea sufrió una profunda crisis de conciencia. Los millones de muertos y heridos llevaron a muchos a cuestionar el valor de un sisitema político y económico que había provocado tantos sufrimientos innecesarios."

Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8, un promedio de 6.046 hombres muertos cada día de los cuatro años que duró. ¿Es necesario ésto para que el pueblo se replantee hasta donde llega el poder de un simple mortal?

Francisco Franco, Benito Mussolini, Fidel Castro, Lenin, Stalin, Pinochet, Kim Jong-il, Adolf Hittler, Sadam Husein, Bokassa... Son algunos de los grandes dictadores del siglo XX. Muchas de estas personas cometieron el error de creerse superiores al resto, y con mucho más poder.

Hoy en día es mucho menos común que un dictador triunfe en un país (Corea del Norte, Cuba, algunos países de Asia y África), pero ¿qué pasa con los los máximos representantes de Rusia, EEUU, China, Francia, Inglaterra? Ellos tienen el mundo en sus manos, o más bien, lo que tienen en sus manos es la destrucción de éste. Pero no solo ellos, hoy en día se cuentan por decenas los países que tienen armas nucleares.

Tal vez deberíamos replantearnos hasta que punto una persona tiene poder y derecho sobre otra.

Desgraciadamente, a casi todos aquellos a los que se les otorga un determinado poder, se les termina subiendo a la cabeza.

No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

"El mundo no está en peligro por culpa de las malas personas, sino por culpa de aquellas que permiten la maldad."

Quien escibre el guión de tu vida eres tú.

"Si tuvieses un sólo disparo, una oportunidad para conseguir todo lo que siempre has querido. Un solo momento, ¿lo capturarías, o lo dejarías escapar?" (Eminem - Lose yourself)

Hay mucha gente en este planeta, y da la sensación que muy pocos son los que consiguen que su nombre sea más que un simple nombre. Muy pocos tienen la suficiente ambición como para verse en treinta años en lo alto de una gran multinacional, muy pocos se ven en diez años habiendo ganado el balón de oro cinco temporadas consecutivas, muy pocos.

Pero, ¿es eso lo que de verdad quieres? ¿Es lo máximo a lo que aspiras, dinero y/o fama?


Suponiendo que de verdad sepas lo que quieres y tengas las ideas muy claras, ponte en el caso de que no has alcanzado lo que te proponías. Imagínate que alguien llama a tu puerta y te dice que todo eso que siempre deseaste y que nunca has tenido, te lo concede, te lo pone fácil, sin nada a cambio: te gusta de verdad el trabajo que tienes, el coche y la casa que siempre quisiste, una preciosa mujer y unos encantadores hijos. ¿Te gustaría?

A muchos nos gustaría, pero ¿nos sentiríamos bien con nosotros mismos?

Dicen que no hay nada gratis, pero cuando algo nos sale totalmente "gratis", ¿lo aprovechamos igual?
Claro que no. Antes que quejarte de tu vida, de las obligaciones que contiene, enfócalo desde otro punto de vista. Si ves todo aquello que tienes como un regalo, y cada momento y oportunidad los aprovechas al máximo, intentando hacer disfrutar a los demás mucho más que a ti mismo... Puede que ahí te des cuenta de que no es tan desgraciada tu vida.

¿Es necesario perderlo todo para darnos cuenta de lo que tenemos?

No dejes que escriban el guión de tu vida, escríbela tú, que para eso es tuya.

¿Corrupción? Nosotros también tenemos de eso...

¿Cuántas veces hemos hecho la vista gorda para que alguien no saliese perjudicado?
Quizás un compañero con el teléfono en clase, o copiando, o tal vez un amigo en plena borrachera.

Muchas veces actuamos de determinadas formas para que los demás no salgan perdiendo, sin llevarnos nada a cambio. Sin embargo, hay quienes prefieren llevarse algo si pueden hacerlo, y otros que lo hacen puedan o no. Éstos últimos visten de etiqueta, tienen chófer, un coche oficial, varios ayudantes, un buen sueldo, muchos contactos, etc, y se hacen llamar políticos.

Vamos a situarnos en el tipíco caso, ese en el que se tiene la posibilidad de favorecer a unos sin aparente motivo alguno. Es detrás de esa apariencia donde se desarrolla todo. Debido a los recientes acontecimientos, se demuestra que no es necesaria la presencia de terceros (empresas de las que se requieren sus servicios fuera de la ley de contratación) para que se dé lugar a corrupción, sino preguntadle al señor Bárcenas. Es tentador cobrar un "plus" en un sobre todos los meses. ¿Qué harías tú ahí? ¿Dejarías que la corrupción te corroiese y así ganar unos poquitos miles de euros extra? O, ¿darías la espalda a esa corrupción camuflada en forma de esos sobres con los miles de euros dentro?

Lo más triste de todo esto es que no tenemos que irnos a los políticos para encontrar corrupción. Todos somos corruptos, estamos corroídos por el placer, el dinero y el poder, y haremos cualquier cosa para conseguirlos. Corrupción es sinónimo de hacer trampas, de dopaje, de mentira, de aceptar un soborno, de jugar sucio, de copiar en un exámen...

A simple vista no parece difícil rehuir a la corrupción, pero lo que es realmente difícil es rechazar a ese placer, a ese poder y a ese dinero en cuya letra pequeña llevan escrito "lucha por mi, haz lo que haga falta, un gran premio será tu recompensa".

No tenemos derecho a criticar a nadie, y menos a los políticos, pues como dijo Jesucristo: "Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra."

Tendremos la posibilidad de criticar cuando nosotros mismos seamos ejemplo de aquello a lo que queremos que llegen a ser los que pensamos que son diferentes a nosotros, pero no lo son.

El precio del poder

Algunos medios de comunicación han aprovechado para recordar las polémicas declaraciones de Jesús Manzano a raíz de las recientes declaraciones de Lance Armstrong y de ex ciclistas del equipo Rabobank (puedes verlo aquí: "Sin sufrimiento no hay gloria")

Manzano es un ex ciclista que militó en las filas del equipo Kelme desde la temporada 2000 hasta la 2003. Más es conocido por sus declaraciones acerca de los detalles de sus propios dopajes, que por sus méritos ciclistas, a pesar de ganar dos etapas, una en la Volta a Cataluña y otra en la Vuelta a la Rioja.

Algunos de los mejores ciclistas de la historia como Lance Armstrong (siete Tours de Francia, un Giro de Italia, una vuelta a España y un mundial en ruta), Jan Ulrich (cinco veces bicampeón del Tour de Francia, y del campeonato olímpico de contrarreloj), Ivan Basso (dos Giros de Italia y pódium en el Tour de Francia en dos ocasiones), Alberto Contador (tres Tours de Francia, un Giro de Italia y dos Vueltas a España), Miguel Indurain*(cinco Tours de Francia, dos Giros de Italia más un tercer pódium, un mundial de contrarreloj, tres pódiums en mundial de ruta y uno a la Vuelta a España) han sido acusados de dopaje.

Varios de estos ciclistas, incluyendo nombres como el del murciano Alejandro Valverde (campeón de la vuelta a España 2009) o Michele Scarponi (ganador del Giro de Italia 2011), fueron destapados gracias a la "Operación Puerto" de la Guardia Civil Española, operación contra el dopaje en el deporte de élite realizada en España en el año 2006. En ella se detuvo y se acusó al Doctor Eufemiamo Fuentes, como cabecilla de la red de dopaje, objeto de la investigación. A partir de ahí acusando a uno tras otro. Sonaron nombres como el de Rafael Nadal*, Luis León Sánchez* y Alberto Contador. Oficialmente solo se acusó y despojó de sus títulos a Alejandro Valverde, Jan Ulrich, Ivan Basso y Michele Scarponi entre otros.

Tanto esta operación, como las declaraciones de Lance Armstorng, de algunos ex ciclistas de Rabobank y de Jesús Manzano manchan con una tinta oscura e imborrable al ciclismo, pero esto no solo se queda aquí: todos los ciclistas y deportistas que se dopan, lo hacen pensando que mejorando sus capacidades físicas alcanzarán grandes logros en su carrera profesional, al menos, conseguirán logros. Por desgracia, solo conocemos los casos de dopaje de los grandes profesionales, pero ¿qué pasa con los que no son tan grandes? ¿Ellos también se dopan?

Claro que sí, ellos también lo hacen, y no solo "ven peligrar sus vidas", como dijo el propio Manzano, sino que llegan a cobrar verdaderas miserias por ello.



¿En qué mundo vivimos?

Vivimos en un mundo en el que no todos partimos con las mismas posibilidades, no todos salimos del mismo punto de partida. Algunos tienen preferencias a la hora de escoger trabajo, otros "juegan sucio" para conseguirlo, y otros se dopan. Vivimos engañados, vivimos oprimidos por una sociedad con un nombre propio, MENTIRA.

Quien no miente, no gana, así de sencillo.

Sin embargo, ¿hasta dónde estás dispuesto a mentir por arriesgarte, sabiendo que una posibilidad es el fracaso absoluto, como le ocurre a esos "pequeños" ciclistas que se dopan sin conseguir resultados?











*: Deportistas cuyos nombres sonaron como posibles casos de dopaje, pero que no fueron acusados.

Sin sufrimiento no hay gloria

Con las recientes entrevistas y declaraciones del que ha sido considerado el mejor ciclista de todos los tiempos, Lance Armstrong, el ciclismo está siendo muy criticado. Hoy mismo, el diario NRC Handelsblad revela una carta escrita por varios ex ciclistas del famoso equipo Rabobank, que no hace más de seis meses que anunció su retirada del mundo del ciclismo por culpa de la mala fama que se estaba creando en el entorno, en la que se asegura que desde 1996 hasta 2012, Rabobank funcionó con dopaje.

Estos casos, tanto el de Lance como el del equipo holandés, presentan una multitud de cuestiones en cuanto a la ética se refiere: ¿Es preferible engañar a todo el mundo, conseguir fama y dinero, y cuando éste se acaba, hacer pública la mentira, y con ella volver a ganar mucho dinero en forma de publicidad? Todo gira en torno a esa cuestión.

Hacer trampas no está mal solo porque hacer trampas esté mal, sino sobretodo es por la injusticia y la falta de sinceridad con uno mismo y con el resto.

Desgraciadamente, el ciclismo en los últimos tiempos está adquiriendo una fama que le está perjudicando mucho, pero pido respeto. Nadie sabe lo que es sufrir encima de una bicicleta, hasta que se sufre encima de ella.

Puede que este sea uno de los deportes más duros, si no el más duro, y también uno de los menos recompensados, tanto monetaria como mediáticamente, y, a pesar de todos los problemas que está teniendo, se merece un respeto.

No hables si tus palabras no son mejores que el silencio, porque no hay nada peor que criticar sin tener la menor idea.

Lance Armstrong ganó siete Tours de Francia, con sustancias prohibidas (EPO), pero que nadie se atreva a decir que no los sufrió.

¿Los demás o nosotros?

Con el dorsal 24 juega  Kobe Bryant en L.A. Lakers, y es para muchos uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia.

Hace unos años que la pulsera “power balance” revolucionó a mucha gente con sus aparentes poderes. Kobe fue uno de los máximos promotores de la idea.

Como jugador, en virtud de en qué cancha juegue su equipo, la equipación varía. Durante muchos meses, Kobe salió a los partidos luciendo dicha pulsera, variando el color en función de la equipación.

Es probable que la empresa concediese al jugador una caja con gran cantidad de esas pulseritas mágicas, sin embargo, también es muy probable que a Kobe se le olvidase cambiársela todos los días, sobre todo cuando repetía equipación dos días seguidos.

Kobe no cambiaba la pulsera por el simple hecho de que era la misma, y nadie notaría el cambio. Es curioso, ¿no?, porque nunca repite el mismo traje, ni los mismos zapatos, ni la misma corbata, ni el mismo reloj... Muchas de esas cosas están hechas a medida y cuestan mucho dinero.  ¿Por qué actúa así?

 

Vivimos en un mundo en el que apenas importa lo que cada uno piense, sino que actuamos en virtud de lo que piensen los demás. Todos hemos sido y seremos así en alguna ocasión. Entonces,  ¿a dónde ha ido a parar esa confianza en uno mismo? , ¿a dónde ha ido a parar ese “no me importa lo que digan los demás”?  Está extinto.

Hemos llegado a un punto en el que ya no solo no respetamos lo que el resto hace o dice, sino que nos creemos mejores y nos otorgamos el honor de judgar por las apariencias.

No tengas miedo de actuar como te gustaría hacerlo por cómo te miren los demás, porque tú eres como eres, y eso no debería cambiarlo nadie.

"Persevera en el bien y encógete de hombros." (San Josemaría, Camino 45)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La fe mueve montañas, el orgullo cordilleras.

Dicen que la fe mueve montañas, no lo niego, pero en tal caso quien mueve cordilleras es el orgullo. Hay ocasiones en las que dices que por nada del mundo te tragarás el orgullo para arreglar las cosas, y también que por mucho que se escriba sobre ello no te harán cambiar de opinión porque los que escriben no entienden cómo te sientes, pero yo te digo que ahora mismo estoy en una de esas situaciones, y lo que estoy escribiendo me está ayudando, por eso lo escribo, para que te des cuenta que no hay peor enfermedad que la de ser orgulloso.

Es una enfermedad porque anula una parte del cerebro, esa parte que te recuerda que un grano de arena es mucho más importante y valioso que tú. Tú no eres nada, no eres más que un enfermo de orgullo.

Es en el momento que admites estar enfermo, cuando te das cuenta que no hay nada peor que perder algo por orgullo.

Estás anteponiendo algo que es infinitamente más valioso y mejor que un simple grano de arena, a ti mismo, que eres mucho menos que eso.


No hagas cosas por las que luego te vayas a arrepentir, porque tienes la virtud de ser inteligente, y los inteligentes son aquellos que piensan las cosas dos veces antes de actuar.


No cometas el error de creerte peor por comerte tu orgullo, porque no solo habrás vencido, sino que serás mucho mejor que tu orgullo y todos los demás orgullosos juntos.

El problema somos nosotros mismos.

Bien es conocido por todos que el mal es la ausencia del bien. Cosas malas siempre ha habido y siempre habrá: la primera y la segunda guerra mundial, holocausto nazi, los genocidios, el comunismo, los asesinatos y homicidios, las drogas... Y desgraciadamente evolucionan a la misma velocidad que evolucionamos nosotros mismos.

La frase "Si quieres cambiar el mundo, empieza por ti mismo" no solo fue creada para quedar bien siempre que se utilizase, sino porque tiene toda razón. El egoismo del pueblo se ve transformado en la envidia que desemboca en guerras. La codicia y la avaricia desembocan directamente en un capitalismo agresivo en el que suelen perder los más pequeños. A veces nos ciega el inconsumible afán de ganar sin darnos cuenta que no todo en esta vida es ganar o perder.


Lo malo no es lo que el ser humano hace, sino lo que es y cómo lo es. Todos formamos parte de este mundo, y el mundo será como nosotros seamos.

¿Tiempo o dinero?

Si te diesen a elegir entre tener todo el tiempo o todo el dinero del mundo, ¿Qué elegirías?
A priori quizás cogieses el dinero, pero después de pensarlo un rato te darías cuenta que el dinero sin tiempo no es nada, y que el tiempo sin dinero tampoco tiene mucho sentido.


Tal vez sea ese el problema de la sociedad actual, que el dinero lo es todo, y sin dinero no se es nadie.

Analiza lo que va a ser tu vida: los primeros veinticinco años preparándote para que en los siguientes cuarenta tengas dinero suficiente para cubrir tus necesidades y tus caprichos.
Sin embargo, mientras tú te preparas para que no te falte dinero, el tiempo pasa.

¿Y si pudiésemos comprar el tiempo con dinero, y así poder aprovechar cada segundo con aquellos que algún día ya no estarán, o con aquellos que somos felices estando a su lado?

De nada serviría, pues tenemos el defecto de no aprovechar las cosas que no nos cuestan, que no nos cuestan dinero. Todo es un círculo cerrado en el que manda el dinero, y está condicionado por el tiempo.

Si cada segundo, y no cada euro, lo considerásemos como un verdadero regalo, aprovecharíamos y querríamos a aquellos que realmente consiguen que el tiempo merezca la pena perderlo a su lado.

¿Asignaturas reales?

Si mañana llegásemos a clase y a segunda hora tuviesemos clase de cómo responder en una entrevista de trabajo, a tercera una de como organizar un bautizo y antes de comer una que nos enseñase las pautas para no cometer errores básicos a la hora de educar a nuestros hijos, ¿Qué ocurriría?

Hoy en día nos preparan muy bien para saber derivar, para analizar sintácticamente, y para hacer sesenta abdominales en un minuto, pero, ¿para qué nos servirá eso en nuestra vida profesional?

Necesitamos saber esas y muchas otras cosas, pero quizás fuese mejor que esos colegios que también se encargan de la formación humana de las jóvenes promesas, no nos inculcasen solo la teoría y nos preparasen mejor para la práctica.

Porque por muy brillante que sea una idea, hasta que no se lleve a la práctica, no sirve de nada.

El amor no solo es como nos lo imaginamos.

  

Jose Luis y Laura cumplen en julio de este año su vigésimo tercer aniversario de boda. Al comienzo del segundo año, los médicos les dijeron que no podrían tener hijos. Puede que no haya peor castigo para un matrimonio que ese.


Puede que para algunos no haya mayor ilusión que plantar una semilla y, tras años y años de dedicación, ver como florece, y como da su primer fruto.

Puede que para otros no haya mayor ilusión que tener una pareja de perros y tras años y años de cuidados diarios, de largos paseos, de cariño, de dinero y de dedicación, ver como crían juntos.

Pero lo que es seguro, es que no hay mayor ilusión en esta vida que tener un hijo. Puede que ahora no se vea así, pero tener un hijo implica muchas cosas (que solo se entienden de verdad cuando eres padre), y una por encima de todas ellas: amor. Hay muchos tipos de amor, pues no solo existe el amor que consiste en querer a tu novia o a tu mujer, porque también queremos a nuestro perro, a nuestros hermanos, a nuestros abuelos, a Dios, pero no hay amor más fuerte que el de unos padres por su hijo.

¿Hasta que punto es buena la ignorancia?

A todos nos gustaría tener respuestas a preguntas como: ¿Ganará el Real Madrid la décima Champions?, ¿Le gusto realmente a esa niña?, ¿Dios existe?, ¿Cuándo moriré?

Algunos piensan que la ignorancia es la clave de la felicidad, otros piensan que por culpa de la ignorancia no se puede saborear la vida, pero lo cierto es que a largo plazo, no sería bueno que tuviesemos esas respuestas que tanto anhelamos.

Si supieses de antemano que le gustas a esa niña, quizás no pondrías el mismo empeño en ella y te confiarías; si supieses que Dios existe, no tendrías fe; si supieses cuándo vas a morir... si supieses cuándo vas a morir toda tu vida giraría en torno a ello.

Puede que la ignorancia, a fin de cuentas, sea buena en su justa medida, como todo en esta vida.

La ignorancia no te exime de la culpa.

La naturaleza nos prepara

 La naturaleza nos prepara para enterrar a nuestros abuelos, a nuestros padres, pero no nos prepara para enterrar a un hijo.

Entender a la muerte no es posible, ella juega con ventaja, siempre un paso por delante.

Algunos se consuelan pensando que ya no sufre, otros buscando culpables donde no los hay, otros simplemente lo sufren en silencio.

Sin embargo, conviene recordar que la vida no termina después de la muerte, porque la muerte no es el final.