domingo, 3 de febrero de 2013

Más es menos y menos es más

El martes cinco de febrero, voy a dar comienzo a un experimento que llevo tiempo planeando y que llegará a su un mes después del comienzo: voy a comerme una tableta de chocolate cada desayuno, comida, merienda y cena.

Con este experimento pretendo conseguir dos cosas:
1- Conseguir sacar de la crisis a la empresa chocolatera.
2- Demostrar que los placeres de esta vida están, mayoritariamente, en el cerebro. Nuestro cuerpo disfruta con ellos, pero es nuestra mente quien los desea, quien los anhela, quien los necesita.

El chocolate es el mejor ejemplo, porque llegará un momento en el que el chocolate ya no seduzca a nuestro cerebro, que nuestro cerebro se canse del chocolate. Así pasa con multitud de cosas: ver la televisión, jugar a la play 3, comer caviar o beber champagne... Solo nos gustan porque no abusamos de ellos.





Quizás en eso consiste nuestra felicidad, en no abusar de lo que más nos gusta, pero ¿significa eso entonces que cuanto menos veas a tu novia, más felices seréis?

Eso es así solo hasta cierto punto. La vida no trae ningún libro de instrucciones, somos nosotros mismos los que debemos actuar como mejor creamos, pero debemos aprender de los errores, pues es la única forma de avanzar con paso firme.

Quisiera ser - espectador de mis días y descubrir los errores que me condenan.

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