lunes, 4 de febrero de 2013

El anillo único, Tolkien, ¿Dios?




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"Un anillo para gobernarlos a todos, un anillo para encontrarlo, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas."




La frase proviene del libro "El Señor de los Anillos", de J.R.R Tolkien. Al igual que sus páginas, las tres posteriores películas están plagadas de multitud de mensajes ocultos, la mayoría con relación directa a la religión.

Sin embargo, me llama notoriamente esta frase. ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza al escuchar esta frase?

Los más amargados pueden pensar que el anillo es aquello que utiliza Satanás, metafóricamente hablando, o incluso que es lo que la Iglesia utiliza para "ataer clientes", pero hay más posibles puntos de vista. Puede verse como lo que es la política hoy en día, y sustituir la palabra "anillo" por la palabra "mentira". Tal vez solo somos unas marionetas cuyos títeres se encuentran ocultos tras el poder, la fama y/o el dinero.

No pretendo criticar a Tolkien, es justo todo lo contrario, lo alabo: sus libros, sus cuentos, sus historias estás plagados de mensajes ocultos libres de interpretación, pero que fueron escritos con una única idea, una idea llena de positivismo y alegría, porque Tolkien era así. A quien lo dude, le animo a leer sus libros y ver las películas.

Pero la magia de J.R.R. Tolkien no se queda ahí, va mucho más allá: el siemple hecho de darnos esa libertad de interpretación de cara a sus obras, a sus craciones literarias, esa libertad que puede colocarle como un villano o como un héroe, es la misma libertad que Dios otorga al ser humano. Salvando las distancias, Tolkien es un ejemplo de fe: puede creer o no en sus obras, puedes mal interpretarlas, pero la verdad es la verdad, esa no se puede mal interpretar.

"La verdad siempre va a estar ahí, solo tienes que saber buscarla."








Tolkien... -  No todo lo que reluce es oro ni toda la gente errante anda perdida...


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