sábado, 16 de febrero de 2013

Digno de alabanza


Tal vez el nombre de John Frusciante no te diga nada del otro mundo, pero ha sido un componente esencial del grupo californiano Red Hot Chili Peppers.

Se podría considerar que la vida de John ha sido un constante altibajo, pero es digna de alabanza:

Durante su adolescencia llegó a tocar la guitarra durante quince horas al día. Pasaron los años y cuando tenía quince años, vio por primera vez a los Red Hot Chili Peppers en concierto, y se convirtió en seguidor de su carrera, de tal manera que se aprendió las partes de bajo y guitarra de los tres primeros discos de la banda. Entabló contactos con el miembro de la banda Hillel Slovak, que poco después fallecería. Tras su muerte, el grupo se planteó contar con John.

John aceptó, pero solo para y por la música. Es uno de los artistas que cuando hace música, la siente, es una prolongación de sí mismo. Gracias a su entrada en el grupo, éste adquirió una fama que como el propio Frusciante dijo: "Me vino grande. Fue demasiado alto, demasiado lejos, demasiado pronto. Todo parecía estar pasando a la vez y yo no pude hacerle frente."

John se encerró en su piso de California y se volvió un adicto a la marihuana, la cocaína y la heroína. Fueron tiempos difícles para él. Tiempo después dijo que hubiese agradecido un arma para quitarse la vida.
 


Fueron un par de amigos los que consiguieron sacarlo de ahí y llevarlo a la clínica de rehabilitación de Pasadena, entre ellos Johnny Depp, que dirigió un documental sobre la decadencia de la vida de Fruscinante en esos instantes (Snuff).

Después de su ingreso, se le diagnosticó una infección bucal potencialmente letal, que sólo podía ser curada reemplazando todos sus dientes por una dentadura postiza. Recibió también injertos de piel en sus brazos llenos de pus a causa de las inyecciones de heroína. Un mes después, salió.




¿Tenía John motivos para vivir?  ¿Y para dejar las drogas?

Ni familia, ni novia, ni dinero... Poco antes de ingresar en la clínica de rehabilitación, su piso se incendió entero, incluyendo todas su colección de guitarras. Se podría decir que no le quedaba nada.


Pero se levantó. Volvió al grupo, y juntos resurgieron, y volvieron a la fama. Fue elegido por la revista Rolling Stone en el puesto número 72 de la Lista de los 100 guitarristas más grandes de todos los tiempos. y según la encuesta "The Axe Factor" producida por la BBC de Inglaterra, ha sido nombrado el mejor guitarrista que haya existido en los últimos 30 años.


Salió. Se recuperó de todos sus problemas. Las cicatrices que le quedaron, tanto las exteriores como interiores son tan profundas que tendrá que le acompañarán siempre, pero en vez de soportarlo con más drogas, lo soportó con lo que más le gusta: la música.

Todos tenemos "una música", ¿cuál es la tuya?

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