domingo, 10 de mayo de 2015

Ríe cuando puedas

Cuando se produjo ese terrible tsunami en Indonesia hace unos años, la devastación, la penuria y la rabia anduvieron a sus anchas por aquel maltrecho y destrozado país. Sin embargo, es durante los peores momentos cuando los verdaderos héroes se crecen, y no hubo pocos. 
En concreto hubo una niña que salvó cientos de vidas y tiempo después fue premiada por su valentía. 
Corría un 26 de diciembre del año 2004, en Sri Lanka, Indonesia. Era época de vacaciones para más de uno, y la familia de esta pequeña heroína descansaba en una de esas bonitas playas. La joven vio como poco a poco la marea bajaba y el agua cada vez se alejaba cada vez más de la playa. En ese momento recordó lo que tiempo atrás aprendió en clase, que cuando la marea baja tan bruscamente sin motivo alguno es síntoma de que se aproxima un tsunami.
La pericia de aquella niña salvó a cientos de personas.

Todos tenemos nuestros pequeños terremotos y tsunamis en nuestro día a día, salvando las distancias y mostrando respeto ante todos aquellos que lo han pasado mal por culpa de estas aleatorias catástrofes naturales. Es duro levantarse y ver como la ola de ese tsunami está justo encima tuyo y que ya no puedes hacer nada por salir huyendo, que es lo que normalmente hacías cuando veías que la marea bajaba misteriosamente. Sin embargo, el símil no es del todo apropiado pues esa temible ola del tsunami termina pasando; lo devasta todo, pero termina pasando. Por el contrario, hay olas que parece que no van a pasar nunca. 

A eso solo cabe decir que quizá la clave para ser totalmente libre es reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites, ser honesto con uno mismo ¿no?, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido, no obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario