domingo, 9 de junio de 2013

Amistad vs. noviazgo

Siempre se ha dicho que en una lista de prioridades debería estar situada más arriba una amistad que un noviazgo, y es muy probable que todo aquel que no tenga pareja ahora mismo tenga muy claro que siempre serán más importantes sus amigos que su pareja, pero es mejor excluir el adverbio "siempre" en algunos casos, y este es uno de ellos.

Cuando de verdad te enamoras, no es que la otra persona pase a ser tu prioridad número uno, al revés, deja de haber más prioridades, solo importa aquel a quien has dejado tu felicidad en sus manos, tu capacidad para sonreir, para ser feliz, para hacer más felices a los demás.

¿Es un error o una imprudencia?

No lo es si a la vez de ser tu pareja pasa a ser tu mejor amigo/a, pero por lo general sí que suele ser una imprudencia. Pero, ¿por qué?

Con un buen amigo, uno bueno de verdad, ya puedes cometer cualquier estupidez que nunca lo perderás. Sin embargo, cuando algo no funciona bien en una relación de calidad más personal, es común que se te pase por la cabeza la idea de abandonarlo todo, de sacar la bandera blanca y pensar: "Hay muchos más chicos/as ahí fuera, si este/a no me agrada y no es mi media naranja, ya encontraré otro/a que de verdad me corresponda y me haga feliz".

Esta tendencia, además de ser suicida es poligámica. A simple vista puede resultar atractiva, pero no lo es, te destruye interiormente, poco a poco.

La diferencia entre un buen amigo y una buena pareja es que con la pareja existe la posibilidad de dejarlo, pero con el amigo es anormal que esta posibilidad florezca.

"Realmente has perdido tu batalla cuando has considerado la derrota como una opción."

¿Qué ocurre en los matrimonios que se terminan rompiendo?
Que por determinadas razones, al casarse no dan el paso de ser novios a ser muy buenos amigos. Ese paso, que sí lo dan los buenos matrimonios, implica dejar de lado para siempre la posibilidad de abandonar, implica aceptar que tu destino esta ligado hasta el fin de tus días con esa persona; puedes llamarlo "pasar de novios a mejores amigos" o como te de la gana, pero la realidad es la misma la llames como la llames.

Con un buen amigo no te preocupas día tras día si la estás cagando, o si piensa en dejarte, eres tú mismo. Así es como debería ser una buena relación, sea cual sea.

¿Qué hay de los hermanos?
El vínculo es muchísimo más fuerte que incluso con el de tu mejor amigo/a, precisamente porque sabes que nunca te dejará, que siempre estará a tu lado. Triste sería contemplar la posibilidad de no amar a un hermano como se merece, pero más triste aún sería contemplar la posibilidad de perderlo.

Antes de dejar a una persona por otra que te parece mejor, recuerda que nadie es perfecto, y menos tú, y que si esa persona ya lleva tiempo contigo, aguantándote, es por algo, es porque le importan más tus virtudes que tus defectos, o que está tan enamorado/a que aún no ha visto tus defectos.

Si no eres de los que cambia cada dos por tres, te garantizas una cosa: cuando vayas en serio, irás en serio de verdad. Tal vez sea éste el consejo para conseguir una buena relación: no pensar jamás que existe la posibilidad de romper.

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