martes, 30 de septiembre de 2014

Lo que una madre hace

María Jesús, diplomada es educación infantil por la Universidad Complutense de Madrid, hace años que está en situación de desempleo. Desauciada hace ya tiempo por un juez de primera instancia, lo único que le queda es pedir.

Triste es ver a un señor tirado en el metro tratando de dormir, o a un vagabundo en la puerta de una Iglesia pidiendo, pero más triste es ver cómo una señora educada se sube a un tren, digna y correctamente vestida, pidiendo perdón por molestar y dando gracias por que le escuchen. Es muy triste ver a una madre, titulada por una Universidad, rebajándose a pedir en un vagón de tren porque no tiene qué dar de comer a sus hijos.

¿Qué clase de persona sacrifica su dignidad y su orgullo por un trozo de pan? Los verdaderos héroes.

domingo, 14 de septiembre de 2014

El amor y la muerte

¿Qué pasa cuando se abrazan el amor y la muerte? ¿Se muere el amor o se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Errores

Hay determinados momentos en la vida en los que la has cagado, que no has hecho bien.
Sabes que te arrepientes cuando te gustaría volver atrás para remediarlo, pero ¿qué pasa cuando das gracias por no volver? Es ahí cuando no solo sabes que lo has hecho mal sino que encima no te arrepientes por ello, ¿y entonces qué?

¿Hay algo peor que hacer las cosas mal y no arrepentirse?
Sí, hacer las cosas mal, no arrepentirse y vivir como si nada hubiera pasado.

Hay momentos en la vida en los que sientes que la mierda te llega tan tan arriba, que te ahoga, que no puedes más, que lo único que no ves como solución es apartar toda esa mierda, porque entonces lo perderias todo, hasta la mierda, y esa mierda es ahora tu vida.

De lo contrario, otra opción es seguir guardando mierda y que la montaña crezca. En ocasiones, se escoge esta solución por no escoger la otra, sino porque se ve una luz al final del túnel, porque insta a seguir esperando que así llegue un momento en el que ya no quepa tanta mierda a tu alrededor. Pero amigo, sí que cabe.

Lugar para defectos y errores siempre va a haber en esta sociedad, así que decide cuáles van a ser los tuyos y si van a merecer la pena.